Por el Comité editorial de Panamá
Conseguir espermatozoides ante la ausencia en el eyaculado, es el principal objetivo de la biopsia de testículo para proceder luego a la realización de una técnica de reproducción asistida. A diferencia de lo que muchos hombres puedan creer, este procedimiento es poco doloroso y muy efectivo.
El mismo está recomendado a varones con vasectomía y que desean ser padres nuevamente, y en otras ocasiones a hombres con eyaculación retrógrada como la pueden tener algunos diabéticos, a pacientes con problemas de erección y en pacientes con azoospermia. En la mayor parte de los casos se logra el objetivo: Ser padres.
Si bien es cierto que estos casos solamente suman un aproximado de 2% de los pacientes de reproducción asistida, los candidatos a una biopsia de testículo van creciendo, en especial por los hombres que se han realizado previamente una vasectomía y que recurren a esta técnica generalmente porque tienen una nueva pareja y desean formar una nueva familia.
Antes de la aparición del ICSI en la escena (fecundación in vitro mediante inyección del espermatozoide) solo podía realizarse la recanalización de los conductos deferentes seccionados en la vasectomía, para así lograr nuevamente el eyaculado con espermatozoides y poder lograr embarazos en forma natural. Pero esta técnica de recanalización no asegura al 100% que la vasectomía sea revertida y las tasas de embarazo siguen siendo bajas.
Hoy en día y gracias a las técnicas de reproducción asistida, la biopsia testicular se ha convertido en una manera sencilla en la que el hombre pueda volver a ser padre. Se recomienda que los pacientes que tengan más de 10 años de haberse realizado una vasectomía y que su pareja tenga algún problema reproductivo como el factor edad, o fallo ovárico, se someta a una biopsia de testículo, ya que los resultados son muy alentadores y la técnica es muy sencilla.
En el caso de los pacientes que no tienen espermatozoides en el eyaculado, la biopsia de testículo pasa a ser la esperanza de obtener sus gametos. Estos pacientes son conocidos como azoospérmicos, bien porque tengan una obstrucción de los conductos que no permita el paso de los espermatozoides del testículo al eyaculado, o bien por un fallo testicular que pueda ocasionar una producción nula de espermatozoides.
A través de un espermiograma se podrá determinar el diagnóstico de la ausencia o no, de espermatozoides en el eyaculado para así proceder a realizar la técnica de reproducción más adecuada según sea el caso.
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