Por el Comité editorial de Panamá
En IVI Panamá centramos parte de nuestros esfuerzos en infundir en las pacientes esa necesidad de cuidar su salud ínterior, más allá de su cuidado físico. No es un tema al que se le deba restar importancia; al contrario. La prevención es uno de los pilares fundamentales para evitar las lesiones malignas, incluso el cáncer de cuello uterino. De acuerdo a la Sociedad Americana contra el Cáncer, se estima que para este año 2020 se podrían diagnosticar cerca de 13,800 nuevos casos de cáncer invasivo del cuello uterino solo en los Estados Unidos. ¿El primer paso para evitarlo? La citología.
¿Qué es citología?
La citología cervicovaginal, también conocida como Papanicolau, puede definirse como una prueba rutinaria para el estudio y análisis de las células que se originan en el cuello uterino de la mujer. Mediante esta prueba se puede detectar la presencia de infecciones como hongos o tricomoniasis u otras bacterias al igual que las lesiones premalignas o malignas en la cavidad uterina. Incluso, a través de este examen también se puede diagnosticar el cáncer de cuello uterino. Para efectos de explicar qué estudia la citología, vale enfatizar que para detectar este tipo de cáncer cérvico uterino, las células se toman por un raspado de la abertura del cuello uterino. Posteriormente, las muestras se evalúan con la ayuda de un microscopio con el objeto de determinar si existe una anomalía, lesión o cáncer en la zona.
Es cierto que se trata de un examen de rutina un poco incómodo para la paciente, no obstante, no es invasivo y toma menos de un par de minutos. Entonces, para estar prevenidas ante una consulta ginecológica de esta índole, vale recalcar ¿cómo se realiza una citología? Primero, la mujer debe estar sentada con una postura llamada “litotomía”; es decir, debe estar boca arriba en una camilla, con las piernas y pies apoyados en unos estribos.
Luego, con la vagina y el cuello uterino (cérvix) totalmente expuestos, el médico tratante introduce un espéculo que, unos segundos después, abre dentro de la zona íntima. En esta parte del procedimiento es importante que la paciente esté relajada, de lo contrario, si los músculos de la zona pélvica se contraen le producirá un leve dolor o molestia.
A por ello, la muestra de la citología procede de tres partes diferentes: del canal del cuello uterino, de la parte externa del cuello y, finalmente, la parte superior de la vagina que es donde se depositan las secreciones. Por último, estas células se colocan en un cristal para ser fijadas con un spray: esta técnica fue descubierta por George Papanicolaou y se le conoce en Sudamérica como El Papanicolaou.
¿Hasta qué edad se deben realizar las citologías?
La citología cervicovaginal debe realizarse a partir de los 21 años de edad hasta los 70, de acuerdo a los factores de riesgo que presenta la paciente y su periodicidad dependerá de diversos factores como la edad, historia clínica y los resultados de la última prueba.
Citologías e interpretación de los resultados
La doctora Mayka Morgan, especialista de reproducción asistida en IVI Panama, nos comenta que esta prueba se reportará de dos formas:
- Normal: Un resultado normal (o “negativo”) significa que no se detectaron cambios celulares en su cuello uterino.
- Incierto (ASC-US): Es común que los resultados de las pruebas regresen como inciertos. Su médico podrá usar otros términos para describir este resultado, por ejemplo, equívoco, inconcluso, o ASC-US. Todos significan lo mismo, que las células de su cuello uterino podrían ser anormales. No está claro si esto está relacionado con el VPH. Podría estar relacionado con cambios de vida, por ejemplo, embarazo, menopausia o una infección. La prueba del VPH puede ayudar a determinar si los cambios en sus células están relacionados con el VPH. Pregúntele a su médico qué hacer.
- Anormal : Un resultado anormal significa que se detectaron cambios celulares en su cuello uterino. Por lo general, esto no quiere decir que tiene cáncer de cuello uterino. Es probable que los cambios anormales sean ocasionados por el VPH. Los cambios podrán ser leves (grado bajo) o graves (grado alto). La mayoría de las veces, los cambios leves regresan a la normalidad por su propia cuenta. No obstante, los cambios más graves pueden convertirse en cáncer si no se extirpan estas células. Los cambios más graves a menudo se llaman “precáncer”, porque todavía no son cáncer, pero pueden convertirse en cáncer con el tiempo. Son muy raros los casos en que una prueba de Papanicoláu anormal puede indicar que usted tiene cáncer. Usted necesitará otras pruebas para asegurarse. Mientras más pronto se detecte el cáncer de cuello uterino, más fácil será tratarlo.
Recomendaciones necesarias antes de realizarse una citología
Antes de acudir a la consulta con el especialista en ginecología para concretar una citología, es importante:
- No asistir a una consulta médica de citología con la menstruación, pues los resultados de la muestra pueden estar alterados.
- Abstenerte de tener relaciones sexuales hasta 48 horas antes de la cita médica.
- Evita utilizar productos de higiene íntima.
- No usar tratamientos como los óvulos o las cremas días antes de la prueba.
¿Es diferente el procedimiento de una citología en una mujer embarazada?
En el caso de las mujeres embarazadas, siempre surge la duda de si es recomendable o no la realización de una citología en este periodo. Mucho se habla de si la toma citológica puede provocar un aborto, dañar el feto o el desarrollo de la gestación y nada de esto es recurrente. Y la lista continúa: tampoco causa riesgo de infecciones, ni el rompimiento de la bolsa amniótica ni un parto prematuro.
A lo que sí se debe estar atentas es lo siguiente:
- Al tomar la muestra en el cuello uterino, éste suele estar muy vascularizado.
- Se podría presentar un leve sangrado o un manchado en las primeras semanas posteriores al examen que no debe asociarse con un aborto.
- La citología no debe retrasarse por estar embarazadas.
Por lo general, la citología debe realizarse durante el tercer trimestre de la concepción, bien sea por Reproducción Asistida o de forma natural. Es una vía para detectar cualquier tipo de infecciones de transmisión sexual, tales como gonorrea o el virus del papiloma humano o el cáncer. Sin embargo, si la paciente se ha realizado la citología en menos de un año, no es necesario aplicar de nuevo esta prueba, salvo se sospeche de alguna enfermedad.
Después de un parto, ¿cada cuánto se realiza este estudio?
Lo normal es que la citología se realice cada año dependiendo del caso, pero su periodicidad está condicionada a cada paciente en particular. Ahora, al pasar los 65 o 70 años, la mayoría de los casos de las mujeres pueden prescindir de la prueba de Papanicolau siempre y cuando sus tres últimos resultados hayan sido normales en los últimos 10 años. En tanto, desde IVI Panamá ponemos nuestros servicios a tu disposición en todo momento.
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