Por el Comité editorial de Panamá
En la búsqueda de un embarazo pueden darse situaciones complejas que hacen la espera demasiado larga. Es por eso que, muchas personas con problemas de fertilidad, recurren a la Reproducción Asistida con el fin de obtener ayuda y poder así formar una familia. Con la intención de recordar estas dificultades y plantear posibles soluciones, es que se celebra el mes de la fertilidad.
Mundialmente, millones de personas lidian con la infertilidad, lo que impacta en sus familias y comunidades, y por ello es un tópico que protagoniza los debates del mes de la fertilidad. Cabe destacar que, aproximadamente, son 48 millones de parejas y 148 millones de individuos que conviven con dificultades en su capacidad de concebir y llevar a término un embarazo[1].
En nuestro país, los problemas de fertilidad afectan a un 15% de las personas, un porcentaje relativamente alto a nivel global. Las razones pueden ser de todo tipo, y partir tanto del varón como de la mujer, e incluso de ambos[2]. Sin embargo, hay opciones para la mayoría de las situaciones que pueden presentarse a la hora de concebir.
Mes de la fertilidad: un tiempo para pedir ayuda
En el momento que la espera por un embarazo se alarga, las parejas empiezan a pensar en la posibilidad de que exista algún problema de fertilidad. Y, es que luego de un año de tener relaciones sin protección y no quedar embarazada, es aconsejable consultar con un experto[3]. Incluso, si se logra un embarazo, pero no prospera (y especialmente si ocurre más de una vez) es mejor realizar una consulta lo antes posible.
En efecto, se considera que una persona o pareja tiene problemas de fertilidad cuando busca un embarazo durante 12 meses sin conseguirlo. Y este tiempo se acorta en las pacientes mayores de 35 años, a quienes se sugiere que realicen una consulta a los 6 meses de búsqueda infructuosa.
Qué problemas y posibles causas de infertilidad existen
Tanto en el hombre como en la mujer de la pareja puede residir la causa de la infertilidad. Además, se puede padecer infertilidad primaria o secundaria. El primer término se usa para denominar los casos en los que nunca se ha conseguido un embarazo. Y el segundo, para aquellos en los que el embarazo se ha logrado al menos una vez.
Comúnmente, cuando es el hombre quien tiene este problema suele deberse a dificultades en la eyección del semen, ausencia o bajos niveles del mismo o por la forma o movimiento anormal de los espermatozoides[4].
Cuando es la mujer quien sufre de infertilidad, las causas son de lo más variadas: anormalidades uterinas, ováricas, problemas en las trompas de falopio o en el sistema endócrino, entre muchas otras[5]. La edad de la mujer también suele ser un factor, ya que luego de los 35 años y especialmente después de los 37, la cantidad y calidad de óvulos disminuye considerablemente[6].
Y además de problemas de salud preexistentes, puede haber factores del estilo de vida que influyan negativamente en la fertilidad. Algunos de ellos son fumar, beber alcohol en exceso o padecer obesidad. Asimismo, podrían existir causas medioambientales como contaminación del aire y exposición a toxinas[7].
Qué opciones hay para quienes sufren de infertilidad
Aunque parezca que no hay luz al final del túnel, lo más probable es que un tratamiento de Reproducción Asistida pueda ayudar a quien no logre un embarazo de forma natural. Para ello, existen varios procedimientos que pueden funcionar, aunque lleven más de un intento. Entre estas opciones, pueden mencionarse:
Inseminación Artificial (IA)
Las parejas cuyo factor masculino (el varón) tiene problemas con la eyección o calidad de su semen, pueden recurrir a este procedimiento de baja complejidad. Funciona así: el varón brinda una muestra de semen que es evaluada y seleccionada. Luego, se estimula la ovulación en la mujer para asegurar que efectivamente haya un óvulo para fecundar el día de la inseminación. Posteriormente, se introduce con una cánula dicha muestra. Luego de unos días se realiza un examen de sangre para determinar si ha ocurrido un embarazo.
Fecundación In Vitro (FIV)
Este procedimiento requiere una mayor preparación que la Inseminación Artificial, pero tiene más ventajas en cuanto a que hay mayor control sobre el proceso. Es que además de utilizarse una muestra de semen pre-seleccionada de entre las mejores, se realiza una estimulación ovárica en la mujer para que produzca una mayor cantidad de óvulos. De esta manera, se logra también seleccionar al mejor ovocito.
Por otro lado, al realizarse la fecundación en el laboratorio, los profesionales médicos pueden observar la evolución de los embriones para elegir el más saludable. Luego, se realiza una implantación en el útero materno. Incluso, los embriones restantes pueden congelarse para ser utilizados en un siguiente ciclo de FIV, sin necesidad de repetir todo el proceso.
Vitrificación de Ovocitos
Muchas parejas tienen que resolver algunos asuntos de salud antes de intentar un embarazo. Muchas veces, la espera hace que los óvulos disminuyan en cantidad y calidad. Lamentablemente, para cuando la persona está lista para un embarazo, en muchos casos ya no pueden utilizarse. Es por esto que quien no pueda recurrir inmediatamente a un tratamiento de Fecundación In Vitro, podría beneficiarse de esta técnica.
La misma consiste en una estimulación ovárica hormonal mediante inyecciones, para lograr generar la mayor cantidad de folículos y, por ende, de óvulos. Los mismos son extraídos y cubiertos de sustancias crioprotectoras. Luego, son sumergidos en nitrógeno líquido a 196ºC para su conservación en excelentes condiciones durante muchos años.
Las posibilidades pueden mejorarse
En el tiempo que una pareja está intentando lograr un embarazo de forma natural o mediante Reproducción Asistida, puede colaborar con sus probabilidades adoptando hábitos saludables. Entre otras cosas, se sugiere[8]:
- Dejar de fumar.
- Moderar o eliminar el consumo de alcohol.
- Tomar ácido fólico (consultar con un médico acerca de las dosis recomendadas).
- Mantener un peso saludable.
Conoce tu reserva ovárica gratuitamente en el mes de la fertilidad
El paso del tiempo es un factor crucial para la fertilidad. Cuando una mujer se siente en su mejor momento social, profesional, económico e incluso físico, que suele ser entre los 35 y 40 años, no suele coincidir con el mejor momento biológicamente para ser madre, ya que esa edad puede resultar tardía para buscar la maternidad.
Por ello es muy importante ser consciente de la caducidad de la edad fértil de la mujer. IVI Panamá lo sabe y es por ello que, en junio, mes de la fertilidad, la clínica IVI Panamá pone en marcha una campaña donde ofrece de manera gratuita el test de reserva ovárica. La campaña va destinada a mujeres de entre 28 y 38 años y pueden reservarlo llamando al teléfono 212-5484.
Mes de la fertilidad y concientizar a la mujer sobre ella
En junio, mes de la fertilidad, tendremos diferentes eventos dedicados a la fertilidad de la mujer. Desde nuestros acostumbrados vivos y el ya conocido Fertility Day Online y, donde podrás compartir con otras personas que están pasando por situaciones similares y ser guiados por un especialista en medicina reproductiva, para contestar aquellas dudas en torno a la fertilidad.
Quienes tengan problemas para lograr un embarazo, pueden contar con muchas opciones para empezar a considerar en junio, mes de la fertilidad. Lo importante es no bajar los brazos y realizar una consulta médica lo antes posible.
[1] https://www.who.int/news-room/fact-sheets/detail/infertility
[2] https://ivi.com.pa/preguntas-frecuentes/causas-de-la-infertilidad/
[3] https://www.who.int/news-room/fact-sheets/detail/infertility
[4] https://www.who.int/news-room/fact-sheets/detail/infertility
[5] https://www.who.int/news-room/fact-sheets/detail/infertility
[6] https://www.acog.org/womens-health/faqs/having-a-baby-after-age-35-how-aging-affects-fertility-and-pregnancy
[7] https://www.who.int/news-room/fact-sheets/detail/infertility
[8] https://www.nhs.uk/pregnancy/trying-for-a-baby/trying-to-get-pregnant/
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