Por el Comité editorial de Panamá
Con la llegada del primer embarazo, a la par de la alegría, pueden asaltarte miles de dudas sobre si algunos de los síntomas que experimentas son normales o no. Aquí te damos una guía de cuándo debes preocuparte y cuándo no tienes por qué hacerlo:
Sangrado nasal escaso: Es normal que ocurra durante el embarazo. Lo que sucede es que al darse un aumento del riego sanguíneo, hay más presión sobre los vasos capilares de la nariz, creando cierta fragilidad. Si el sangrado es poco y eventual, no tienes de qué preocuparte. Pero si notas que el sangrado no se detiene después de 10 minutos de presión y hielo, consulta con el médico.
Manchado al inicio del embarazo: Antes que cunda el pánico, analicemos el manchado: si es marrón, puede deberse a sangre vieja que se haya quedado o bien puede deberse al proceso de implantación del embrión. Esto puedes notarlo en las primeras 6 semanas de embarazo. Si tienes alguna duda o estás preocupada, puedes llamar a tu médico.
En caso que notes que el sangrado es color rojo, y además sientes dolor fuerte, esto indica presencia de sangre fresca. En este caso, llama a tu médico inmediatamente.
Taquicardia: Es normal sentir que el corazón se te quiere salir del pecho. Durante el embarazo, notarás que tu corazón se acelera cuando haces alguna actividad que de no estar embarazada, no te agitaría. Durante el embarazo, el corazón se ve forzado a bombear mucho más sangre que en condiciones normales. Por lo cual es normal que sufras de palpitaciones durante este tiempo. Igualmente el útero al estar creciendo, requiere de más irrigación para sustentar la nueva vida que crece dentro de tí.
Debes estar alerta si las taquicardias se producen muy a menudo o son muy fuertes. En caso que así sea, consulta con tu médico.
Frecuencia Urinaria: Es uno de los primeros síntomas de embarazo que podrías experimentar. Al inicio del embarazo, los cambios hormonales provocan que la sangre fluya más rápido a los riñones, lo que hace que tu vejiga se llene con mayor frecuencia. Igualmente, ya que en el transcurso del embarazo, la cantidad de sangre que circula por tu cuerpo se incrementará, esto hará que los riñones deban procesar mucho más líquido que en condiciones normales. Es posible que sientas presión en la vejiga ya que tu útero se hace cada vez más grande.
Si notas que tienes muchas ganas de ir al baño pero la cantidad de orina es mínima o ninguna, y tienes ardor, consulta con tu médico.
Acidez Gástrica: Puede convertirse en uno de los síntomas más molestos y duraderos, especialmente en el primer y último trimestre. La misma se debe al efecto de la progesterona sobre la válvula que separa el estómago del esófago. Puedes experimentar acidez, ardor y reflujo. Estas molestias pueden volverse más frecuentes hacia el final del embarazo, por la presión ejercida por el feto sobre tu estómago.
Si el malestar no te permite llevar una vida normal, consulta con tu médico para que te recete algún tratamiento y de te algunas recomendaciones alimenticias. No te auto-mediques.
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