Activa los folículos “silentes” para que crezcan y se desarrollen para evitar que desaparezcan.
Esta técnica consiste en activar los folículos a través del reimplante del tejido ovárico previamente extraído y activado en el laboratorio, mediante una laparoscopia. De este modo los folículos se reactivan, crecen y se desarrollan a través de la obtención de la muestra de la corteza ovárica que se procesa en diferentes fragmentos y que se reinserta de nuevo en el ovario. Aunque incluya un procedimiento quirúrgico, se trata de un procedimiento normalmente suave en el que las pacientes son dadas de alta el mismo día. IVI ha sido pionero en la aplicación de la modificación de esta técnica, como así lo demuestran las ponencias realizadas en congresos.
La reserva ovárica incluye fundamentalmente folículos primordiales, conocidos comúnmente como folículos “silentes”. Son folículos muy pequeños que se almacenan en el ovario cuando este se desarrolla y que son la base principal de la reserva ovárica. Todos los meses, aproximadamente 1000 de estos folículos se activan para pasar por el resto de las fases de desarrollo folicular pero solo uno o dos consiguen llegar hasta el final, ya que el resto acaba desapareciendo. A través de esta técnica conseguimos activar de nuevo estos folículos para que se reactiven y puedan crecer y desarrollarse.