Por el Comité editorial de Panamá
Hablar de las infecciones de transmisión sexual (ITS) ha dejado de ser un tema tabú para la sociedad actual. Ahora los esfuerzos están orientados en promover el libre conocimiento de las mismas, con el mero propósito de crear conciencia en la población mundial. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el año 2016 se registraron un total de 376 millones de nuevas infecciones relacionadas a alguna de estas patologías: clamidiasis (127 millones), gonorrea (87 millones), sífilis (6,3 millones) y tricomoniasis (156 millones). En este sentido, las campañas publicitarias y preventivas para cuidar la salud se hacen más agresivas, pero en el buen sentido de la palabra.
Es oportuno enfatizar que entre los principales gérmenes de transmisión sexual encontramos las Clamydias, el gonococo, el HPV, el virus del herpes, la treponema palidum que produce la sífilis, el ureaplasma y mycoplasma. Por otra parte, es necesario resaltar que el 90% de tales enfermedades son asintomáticas. Lo que significa que, si una persona está contagiada, tiene varias parejas íntimas y no se cuida, puede transmitir de forma exponencial las infecciones de transmisión sexual (ITS)
Una de las recomendaciones que por norma promueven los profesionales de la salud, es que el uso de preservativo es la vía más idónea para fomentar la prevención de las infecciones de transmisión sexual. Las ITS se contagian de una persona a otra a través de las relaciones sexuales, los fluidos corporales o la sangre. Pero lo importante dar a conocer que la mujer puede transmitirle de forma vertical una ITS a su bebé durante el parto. “La sífilis tiende a traspasar la placenta y luego infecta al feto en el vientre. De hecho, la gonorrea, la clamidia, la hepatitis B y el herpes genital, también se transmiten de la madre hacia el bebé si pasa por el canal de parto” comenta el Dr. Saúl Barrera, director de IVI Panamá.
Las infecciones de transmisión sexual, ¿afectan la fertilidad en el hombre?
Es oportuno resaltar que las ITS afectan, principalmente, a las mujeres. Sin embargo, los hombres también presentan problemas por este tipo de enfermedades y provocan un bloqueo de los epidídimos. Los epidídimos tienen una forma de tubos alargados y enrollados que están ubicados en la parte posterior de los testículos. Entonces, un epidídimo bloqueado va a interrumpir el paso de los espermatozoides lo que dificultará que tenga un contacto con los óvulos de la mujer mientras tengan relaciones sexuales.
Asimismo, los especialistas en fertilidad aseguran que una ITS en el varón puede provocarle una infertilidad incluso a su pareja femenina. Por esta razón, desde IVI Panamá se promueven las consultas tempranas en el caso que se sospeche de alguna enfermedad de índole sexual. En este sentido, si la prueba diagnóstica da positiva, también se recomienda que la persona contagiada hable sinceramente con su pareja en ese momento. De tal forma, deberán accionar y tomar las medidas pertinentes para su tratamiento médico.
Infecciones de transmisión sexual y fertilidad ¿Cuáles son las consecuencias en el varón?
Trayendo a colación el punto anterior, es importante que tanto el hombre como la mujer tengan consciencia de quien tiene o no una ITS. “Si una pareja desea tener hijos y el hombre no es consciente que tiene una ITS puede transmitirle la enfermedad a su pareja femenina y derivar en infertilidad, presentando así, un obstáculo, para lograr la tan ansiada gestación”, agrega Barrera.
Al igual que ocurre en las mujeres, la gonorrea y la clamidia son las dos infecciones más frecuentes que producen daño en el aparato reproductor masculino. Existen ITS que pueden atacar diferentes partes del aparato reproductor masculino y también el urinario. Las ITS en los hombres pueden provocar inflamación de los testículos, la próstata y el epidídimo, además de otras afecciones en la uretra.
Causas de la disminución de la fertilidad masculina debido a las ITS
Una infección en el aparato reproductor del hombre puede ocasionar una disminución de la fertilidad por diferentes causas, algunas de estas son:
- Imposibilidad de la formación de espermatozoides: si la ITS impacta a los testículos, como sucede con la orquitis, la espermatogénesis suele verse impedida, ocasionando oligospermia o azoospermia secretora.
- Obstrucción de las vías seminales: puede provocar oligospermia o azoospermia obstructiva, la salida normal de los espermatozoides.
- Alteración de la motilidad espermática: los microorganismos contenidos en las ITS pueden adherirse a los espermatozoides ocasionando astenozoospermia, dificultando el desplazamiento hasta el óvulo.
- Alteración de la morfología espermática: La espermatogénesis, es el proceso mediante el cual, el espermatozoide permanece en continua producción en el testículo. Este proceso tiene una duración aproximada de entre 60 a 75 días, cuando una ITS afecta a la formación de espermatozoides, se puede dar una alteración en su forma (teratozoospermia). Estas alteraciones pueden impedir su desplazamiento hasta el óvulo y también afectar la fecundación.
Es importante mencionar que, ITS en el hombre, pueden propagarse a través del semen y el líquido seminal, por lo que pueden contagiar a la mujer e infectar sus órganos reproductivos y afectar su fertilidad.
Infecciones de transmisión sexual y reproducción asistida: ¿van de la mano?
Generalmente, las ITS pueden tratarse y curarse con antibióticos y antiinflamatorios para bajar la inflamación y analgésicos para aliviar el dolor. Es importante evitar las relaciones sexuales hasta que la pareja reciba tratamiento y se elimine la ITS. Si no se trata oportunamente la ITS puede regresar y traer complicaciones a la salud reproductiva. Es importante no perder el control posterior al tratamiento para confirmar que la ITS ha desaparecido
Si estás por iniciar un tratamiento de fertilidad, y los resultados de las analíticas propias del tratamiento, arrojan positivo para alguna ITS, es imprescindible detectar y eliminar el agente infeccioso antes de iniciar el tratamiento de reproducción asistida. Cuando el hombre está padeciendo una infección, los parámetros seminales pueden verse afectados y no ser representativos, de manera que no se puede indicar la técnica de reproducción asistida idónea. Si no se recupera la fertilidad masculina, se pueden emplear la Fecundación In Vitro (FIV) con ICSI.
En el caso en el que la infección sea grave, por no haber sido detectada ni eliminada con antibióticos tempranamente, puede ser necesario pasar por el quirofano para intervención quirúrgica para tratar de reparar el daño. En procesos agudos en los que no se ha conseguido para la infección a tiempo, puede devenir en una infertilidad permanente.
¿Cómo saber si tengo una ITS?
Como de costumbre, es válido mencionar que los signos y síntomas que denotan infecciones de transmisión sexual pueden no siempre aparecer desde el primer momento, sino mucho después de la exposición. También se sabe de casos que pueden durar años sin presentar ningún signo visible, por lo que la revisión médica siempre es oportuna en cualquier momento a modo de prevención. Así que los síntomas que indican la presencia de una infección por transmisión sexual son los siguientes:
- Ardor, molestia o incomodidad al orinar
- Aparición de llagas o protuberancias en las zonas genitales o en el área rectal
- Abundante secreción en el pene
- Flujo vaginal con un olor muy fuerte
- Sangrado vaginal sin razón aparente
- Molestia, dolor o ardor al tener relaciones sexuales
- Fiebre
- Erupciones en el cuerpo, en las manos y en los pies
- Constante inflamación de los ganglios linfáticos, en especial en la zona de la ingle
- Dolor o molestia en la parte baja del abdomen
En este orden, es importante aclarar que el tratamiento más efectivo para curar una ITS ya diagnosticada; bien sea en el hombre o en la mujer, es a través de los antibióticos que combaten los virus, parásitos o bacterias que las causan. Sin embargo, hay que remarcar que no existe una cura definitiva para estas patologías, pero con ciertos medicamentos sí se pueden controlar obteniendo buenos resultados. Además, existen algunas vacunas para prevenir el Virus del Papiloma Humano (VPH) como otro de los tratamientos existentes.
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