Por el Comité editorial de Panamá
La estructura de la familia tradicional ha cambiado a lo largo del tiempo y en consecuencia también han cambiado las motivaciones para recurrir al uso de tratamientos de reproducción asistida.
Un estudio del IVI, titulado Different models of familiy thus different types of ART patients, realizado sobre una muestra de más de 130.000 pacientes de las clínicas IVI (2003-2013), refleja cómo ha cambiado el perfil de la paciente de reproducción asistida y también el de las familias que acuden a estos tratamientos, entre las que despunta, ser madre soltera, así como la homosexual, que ha cuadruplicado su número en los últimos cinco años.
En el pasado, las parejas recurrían a un TRA (Tratamiento de reproducción asistida) para tener un hijo, ya que no podían ser padres espontáneamente, como por ejemplo los casos de parejas en las que una de las partes era infértil. Hoy día podemos ver que hay parejas motivadas a usar TRA por un abanico de razones y circunstancias muy diversas, como pueden ser la infertilidad en sí, abortos repetidos, e indicaciones por DGP por un lado, y por otro lado por el factor social, en el que hoy día hay mayor aceptación a modelos de familia no tradicionales, tal como lo son las madres solteras, los padres solteros o las parejas homosexuales, lo cual incrementa la demanda de tratamientos de reproducción asistida.
Los resultados globales de investigaciones sugieren que el desarrollo, el ajuste, y el bienestar de los niños con padres de gays y lesbianas no difieren de la de los niños con padres heterosexuales. Basado en estos resultados y las leyes locales, los programas de reproducción asistida deben tratar a todas las solicitudes de igualmente sin tener en cuenta el matrimonio / pareja estado o la orientación sexual.
De igual manera, en la medida que las pruebas genéticas se vuelven más populares y accesibles, y son capaces de comprobar un gran número de características, es posible que más parejas que no sean infértiles, decidan a futuro usar un tratamiento de reproducción asistido con DGP (Diagnóstico Genético Preimplantacional) con la finalidad de minimizar el riesgo de transmisión de enfermedades genéticas a su descendencia.
Este mismo estudio de las clínicas IVI, señala que la mujer sigue aplazando su deseo de ser madre cada vez más, observándose un desplazamiento de la edad de acceso a la maternidad, que alcanza los 40 años en 2013. De hecho, en Europa la edad materna avanzada es la indicación número 1 para realizar tratamientos de reproducción asistida.
Otro factor que puede estar influyendo en este desplazamiento de edad, es la extensión de tiempo de los hijos a permanecer en casa de los padres, posponiendo la transición a la adultez y en consecuencia, la creación de una nueva familia (desarrollo personal, social y económico postergado). Estos cambios sin duda tienen influencia en la actividad de las clínicas de infertilidad.
En IVI Panamá, la edad de la paciente en promedio ha aumentado 3 años, de 33 a 36, desde 2007 hasta la fecha, lo que supone un aumento significativo de edad de la paciente, desde que IVI abrió operaciones en Panamá.
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