Por el Comité editorial de Panamá
Las técnicas para preservar la fertilidad, tienen diferentes usos o motivaciones. Una de las más importantes es la preservación de gametos (óvulos y espermatozoides) antes de someterse a un tratamiento por cáncer, ya sea radioterapia, quimioterapia o cirugía.
En la actualidad existen varias técnicas de preservación de la fertilidad, pero sin duda la más utilizada, por sus altos niveles de efectividad, es la vitrificación de óvulos.
La vitrificación de óvulos es una técnica que permitirá criopreservar los óvulos que logremos captar luego de la estimulación ovárica, para su posterior uso, cuando la paciente así lo decida. La técnica de vitrificación y almacenamiento de los óvulos, no forma cristales de hielo en ellos, con lo cual se mejora la tasa de supervivencia de los gametos, obteniendo los mismos resultados clínicos que con los óvulos en fresco.
En primer lugar, para obtener los óvulos, se somete a la paciente a una estimulación controlada del ovario, con hormonas. Luego de que a través de ultrasonido se ha comprobado el crecimiento de los folículos, se procede a la aspiración de los óvulos obtenidos, con una sedación suave y en quirófano. El procedimiento es ambulatorio.
Luego de este paso, el siguiente consiste en solidificar los óvulos en laboratorio, tratándolos con sustancias crioprotectoras y sumergiéndolos en nitrógeno líquido, a una temperatura de -196º, para su almacenamiento.
Los óvulos podrán mantenerse almacenados durante el tiempo que la paciente así lo requiera, sin existir limitaciones de tiempo en ese sentido.
IVI utiliza la técnica de vitrificación conocida como Cryotop, con la cual se obtienen cifras de supervivencia de los óvulos alrededor del 97% en pacientes jóvenes, con tasas de embarazo de 65% y con tasas de implantación embrionaria del 40%.
Otras técnicas para la preservación de la fertilidad son la congelación de la corteza ovárica, utilizada para lograr restablecer la función ovárica, y la transposición de ovarios, la cual consiste en alejar los ovarios del área de radiación (radioterapia).
En el caso de varones, la opción más adecuada para poder ser padre después del cáncer es la criopreservación de una o varias muestras de semen antes del tratamiento. De no hacerlo, las posibilidades de recuperación espermática normal no superan el 20 ó 30%.
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