- La Organización mundial de la Salud estima que el 70 % de las mujeres y el 50 % de los hombres no presenta síntomas de clamidia
- Según la Organización Mundial de la Salud aproximadamente entre un 30% a un 40% de los casos de infertilidad femenina obedecen a una lesión de las trompas de Falopio posterior a infecciones de transmisión sexual
22 DE ENERO DE 2020
Hay una causa oculta de problemas de fertilidad de la que no se habla muy a menudo: infecciones de transmisión sexual (ITS). En ocasiones, por estar ya comprometida/o en una relación e intentando tener un bebé, se piensa que las ITS no son más una preocupación. Cuando se trata de una infección de transmisión sexual, no del todo.
“En su gran mayoría, las ITS pueden prevenirse con el uso del preservativo. En caso de que el paciente adquiera alguna ITS, son tratables y muchas de ellas, mediante un tratamiento, pueden curarse. Sin embargo, una ITS que no es tratada oportunamente, es enemigo silencioso de la fertilidad tanto masculina como femenina. Además de provocar dolor crónico en la pelvis y embarazos ectópicos. Adicionalmente, la mujer tiene la capacidad de transmitir la ITS al bebé durante el embarazo, el parto o la lactancia”, comenta el Dr. Saúl Barrera Emiliani, director de IVI Panamá.
A menudo, el enfoque preventivo de las ITS está dirigido hacia los jóvenes y no es en vano. La Sociedad Americana de Salud Sexual (ASHA por sus siglas en inglés), afirma que 1 de cada de 2 personas, contraerá una ITS a los 25 años. Pero incluso si el paciente tiene una pareja estable durante años, vale la pena descartar una ITS oculta, si es que ha estado intentando concebir y no lo ha logrado.
Algunas ITS actúan de manera silenciosa y pueden permanecer en el cuerpo durante años. Causando síntomas imperceptibles, pero causando graves consecuencias en el sistema reproductivo. Según la Organización Mundial de la Salud, aproximadamente un millón de personas, adquiere cada día una infección de transmisión sexual.
Hay un sinnúmero de ITS. Sin embargo, existen dos que son de las más comunes y pueden tratarse: la clamidia y la gonorrea. Son de hecho las ITS más comunes, suelen ser asintomáticas y pueden provocar inflamación pélvica, duplicando su riesgo de infertilidad.
De acuerdo con la Caja de Seguro Social en Panamá, en el 2017 un total de 16 mil 493 personas eran portadoras del VIH/Sida y al año se detectan más de 3 mil casos de ITS. Las infecciones de transmisión sexual más comunes fueron la clamidia, la sífilis y la gonorrea. Un estudio del Instituto Conmemorativo Gorgas, realizado en 2018, sitúa a la clamidia y la gonorrea en primer y segundo lugar entre las ITS más comunes en Panamá.
Clamidia, sigilosa infección de transmisión sexual que compromete la fertilidad
La Organización mundial de la Salud afirma que El 70 % de las mujeres y el 50 % de los hombres no presenta síntomas de clamidia. La mayoría de los casos nunca se informan porque la mayoría de los infectados no muestran signos de enfermedad.
Las mujeres infectadas que muestran síntomas pueden experimentar dolor pélvico, manchado y secreción inusual. Cuando se diagnostica la clamidia, se puede llevar un tratamiento sencillo con antibióticos. Sin embargo, muchas mujeres no se dan cuenta de que tienen clamidia, y en consecuencia no se trata.
“Inclusive, puede que una mujer no de positivo para una infección por clamidia activa, y que la bacteria haya pasado de su cuello uterino al tracto genital superior y desencadenar la enfermedad inflamatoria pélvica (EIP).” añade Barrera.
Otro de los efectos de esta bacteria en la mujer es la infertilidad por factor tubárico y complicaciones gestacionales como lo son la ruptura prematura de membranas, corioamnionitis, parto prematuro o infecciones neonatales como conjuntivitis o neumonía.
El último estudio publicado en 2016, por el Instituto Conmemorativo Gorgas, denominado Correlaciones de Infecciones de Transmisión Sexual entre Adolescentes que Asisten a Escuelas Secundarias Públicas Superiores, evidencia que, en Panamá, el 22% de adolescentes contrajo esta infección.
Gonorrea otro mal silencioso que amenaza la fertilidad
Al igual que con la clamidia, la gonorrea es una ITS muy común que a menudo no causa síntomas. Cuando los síntomas están presentes, generalmente son leves: manchado, secreción y dolor al orinar.
Aunque se puede llevar a cabo su tratamiento con éxito con antibióticos. Cada vez se está volviendo más difícil el tratamiento, a medida que se han desarrollado cepas resistentes a los antibióticos en los últimos años.
Si no se trata oportunamente, la gonorrea afecta al tracto reproductivo. En casos excepcionales, se disemina por la sangre y termina afectando a las articulaciones, las válvulas cardiacas o el cerebro.
Según datos de la OMS, entre un 10% y 40% de las personas contagiadas por gonorrea presentan también contagio por clamidias. El resultado más frecuente de una gonorrea sin tratamiento, al igual que la clamidia es la EIP.
Esto concuerda con los resultados del estudio de Correlaciones de Infecciones de Transmisión Sexual entre Adolescentes que Asisten a Escuelas Secundarias Públicas Superiores, donde el 1.8% de adolescentes que dieron positivo para gonorrea también dieron positivo para Clamidia. Llama la atención que este 1.8% fueron solo participantes femeninas.
De lo imperceptible a la enfermedad inflamatoria pélvica
La enfermedad inflamatoria pélvica (EIP), también conocida como Salpingitis, es una infección en el útero, las trompas de Falopio o los ovarios. Se origina cuando una bacteria, generalmente de clamidia o gonorrea, se traslada desde la vagina y el cuello uterino a otras partes del cuerpo. Puede causar dolor crónico y en otros casos puede ser completamente asintomática.
Además de ocasionar inflamación, el tejido cicatricial puede bloquear las trompas de Falopio de una mujer, evitando la fecundación. Si ocurre un embarazo, las complicaciones son comunes; 1 de cada 10 embarazos post EIP son ectópicos.
Según el artículo publicado en 2010, por la Dra. Daisy Hernández Durán del Hospital Gineco-Obstétrico Docente Ramón González Coro, en la Revista Cubana de Obstetricia y Ginecología, el 12% de las mujeres puede padecer infertilidad después de un solo episodio de EIP. La EIP es a menudo confundida incluso con endometriosis. Puede infectar la pared uterina y causar abortos involuntarios, invadir los ovarios y provocar la menopausia precoz.
La EIP se puede tratar con antibióticos. Pero es posible que sea necesario extirpar quirúrgicamente el tejido cicatricial severo antes de que una mujer pueda quedar embarazada. También para resolver el dolor pélvico.
Cuando la Reproducción Asistida tiene la solución
Como hemos visto, en ocasiones los síntomas de estas infecciones tardan en presentarse, por lo que recomendamos visitar a tu ginecólogo de cabecera anualmente. Las consecuencias de que una ITS no se detecte oportunamente, pueden ser muy serias, pudiendo obligar a recurrir a la Fecundación In Vitro para tener hijos.
La Fecundación in Vitro (FIV) es una forma efectiva de tratamiento de fertilidad para mujeres que han sufrido daños en las trompas de Falopio debido a ITS. Esto se debe a que, durante el proceso del FIV, los espermatozoides y los óvulos se combinan en el laboratorio para permitir la fecundación fuera del cuerpo. Posteriormente se realiza la transferencia del embrión de regreso al útero.
¿Qué hacer ante un diagnóstico positivo de infecciones de transmisión sexual?
“Si el paciente está padeciendo algunos de los síntomas mencionados o sospecha de alguna relación sexual en el pasado sin protección, con pareja diferente a la suya, lo recomendable es que acuda a una clínica o centro de salud más cercano y hágase una prueba de ITS. Mientras más temprano el paciente reciba un diagnóstico de ITS, es menos probable que su fertilidad se vea minimizada. Si se recibe un diagnóstico positivo, es importante hablarlo de inmediato con la pareja actual. Debe asegurarse de que su pareja sea examinada y tratada, o el paciente podría reinfectarse”. recomienda Barrera.
Antes de buscar el embarazo, hay que estar seguros de que ambos miembros de la pareja estén libres de infecciones de transmisión sexual. Ya que las ITS que puedan comprometer la fertilidad de la pareja. De este modo se evita perder tiempo en intentos fallidos, y se encuentren soluciones para revertir el daño ocasionado al sistema reproductivo. Aunque en algunos casos, la Fecundación In Vitro termina siendo la única opción para concebir.