Una alimentación equilibrada y rica en nutrientes es necesaria para todas las personas ya que nos ayuda a mantener un cuerpo sano y a prevenir enfermedades no transmisibles como la diabetes, obesidad, cardiopatías, cardiovasculares, cáncer, entre otras afecciones incluyendo problemas de infertilidad.

Una buena alimentación puede ayudar a mejorar la función hormonal, así como promover la producción de óvulos y espermatozoides sanos.

Estudios realizados por IVI determinan que el riesgo de complicaciones obstétricas es tres veces mayor en mujeres con obesidad, las tasas de aborto aumentan y además tiene mayor riesgo de que ocurra muerte fetal, que en las mujeres con peso normal. En el caso de los hombres obesos se ha encontrado que tienen menos espermatozoides en el eyaculado que los hombres con peso normal.

Por este motivo es importante que las parejas o mujeres solteras que estén buscando un embarazo o está por someterse a un tratamiento de reproducción asistida, modifique sus hábitos de alimentación y realice actividad física.