Por el Comité editorial de Panamá
Si hay algo que aclarar de la fecundación es que no es inmediata. En otras palabras, no se produce al culminar el acto íntimo. Entonces, viene la siguiente pregunta, ¿cuándo se fecunda el óvulo después de tener relaciones? De acuerdo a los especialistas, se trata de un proceso complejo que lleva tiempo y en el que también interfieren las condiciones del aparato reproductivo de la mujer. Por otro lado, los expertos en el tema advierten que, de formarse un cigoto, no se puede garantizar que se desarrolle un embrión más adelante ni mucho menos que se origine un embarazo. En este sentido, no siempre la fase de implantación se cumple como es debido.
En palabras más concretas, podemos citar al Dr. Saúl Barrera, ginecólogo especialista en reproducción asistida y director de IVI Panamá para explicar ¿cuánto tiempo demora en lograrse la fecundación de un óvulo luego de tener relaciones sexuales? “En una fecundación natural el proceso puede durar entre media hora y 72 horas desde que se mantiene la relación sexual, en la mayoría de los casos. Después de este tiempo, los espermatozoides habrán perdido su capacidad de fecundar, aunque la mayoría mueren a los pocos minutos”.
Además, el especialista Barrera apuntó lo siguiente sobre el proceso de fecundación: “Hay que tener en cuenta que, una vez que los espermatozoides salen del pene del hombre, sus condiciones de vida cambian. El útero de la mujer tiene un pH distinto, otro ambiente y temperatura que resultan agresivos para los espermatozoides. La vida fértil del óvulo es de tan solo unas 24 horas aproximadamente. Por lo tanto, teniendo en cuenta esto y el tiempo que los espermatozoides conservan su capacidad de fecundar, las probabilidades de conseguir el embarazo de manera natural en un ciclo menstrual son bajas”.
Mientras que para disipar las dudas sobre ¿cuándo es el mejor momento para que se dé una fecundación?, el Dr. Saúl Barrera indicó que “si bien los especialistas consideran que cada cuerpo es único, también coinciden en que el período más fértil de la mujer es a partir del día 10 al día 18 si se cumple con el patrón del ciclo de 28 días. En otras palabras, esto significa que unos 3 días antes de la ovulación hasta 2 días después es el momento propicio para buscar quedar embarazada”.
Las fases cuando se fecunda el óvulo tras las relaciones sexuales
A la primera fase se le denomina como la búsqueda del óvulo. Esto quiere decir que los ovarios liberan el óvulo . Por otro lado a nivel de los espermatozoides debe ocurrir la capacitación, Se trata de un punto en el que el esperma viaja por la vagina hasta las trompas de Falopio y van sufriendo una serie de modificaciones tanto en la estructura como en la movilidad hasta que pueden penetrar en ese óvulo madurado.
A la segunda fase se le da el nombre del encuentro del óvulo con el espermatozoide. Viene bien apuntar que este proceso se presenta en la fimbria (extremo distal de la trompa) . Cuando el espermatozoide tiene contacto con el ovulo tiene lugar la reacción conocida como acrosomal.
Para simplificar este término, según los especialistas, puede decirse que en esta fase se liberan una serie de enzimas que hacen que la cabeza del espermatozoide penetre la membrana del ovocito. En tanto, se fusionan los núcleos de las células y el material genético del hombre como el de la mujer. Tras fusionarse el óvulo con el espermatozoide, se genera una célula que recibe el nombre de cigoto que corresponde a la tercera fase. De acuerdo a Barrera, “en el cigoto están presentes los 23 pares de cromosomas que aportan cada uno de los gametos sexuales. Desde entonces, inicia un camino que le llevará hasta el útero, donde dará comienzo el siguiente proceso que es de la implantación”.
En dicho cigoto, se crea el material genético de los progenitores. A su vez, la fecundación se origina, en la mayoría de los casos, en una de las trompas de Falopio. A partir de este momento, el cigoto empieza a descender hasta el útero para que se dé la gestación. Eso sí, es necesario aclarar que en medio de ese recorrido el cigoto se divide. “Mientras tanto, el óvulo comienza a dividirse en dos, de forma sucesiva, a la vez que se va desplazando por las trompas camino del útero. Cuando llega a este lugar, lo forman 32 células. Aunque no nos enteremos hasta más tarde, a partir del momento de la fecundación se restablece el número cromosómico y se define el sexo del embrión”, explicó el especialista en reproducción asistida.
Al inicio de esta división, las dos células nacidas del cigoto reciben el nombre de blastómeras. Es decir, tras llegar al cuarto día de la fecundación, existen entre 12 y 16 blastómeras. Una vez cumplido este lapso de tiempo, se forma la mórula. “El cigoto continúa dividiéndose y pasa a denominarse primero mórula –hasta que se ha dividido en mas de 60 celulas– y después blastocisto. Y luego, continúa dividiéndose, concretamente en dos grupos de células. El primero de ellos, que se encuentra en el interior, da lugar al embrión. El más externo será la cavidad amniótica que se llenará de líquido amniótico y que lo cubrirá durante el embarazo. Formará parte de la placenta y su función es protegerlo y alimentarlo. Al final de esta semana, ya se habrán generado 250 células”, aclaró el Dr. Saúl Barrera.
Lo crucial para evitar problemas genéticos drivados de la fecundación es que no exista ningún tipo de alteraciones o problemas genéticos en la pareja, a modo de evitar cualquier complicación en la fecundación del óvulo después de tener relaciones. En este sentido, es importante acudir a una consulta médica con un centro especializado en fertilidad con el propósito de controlar el embarazo desde las primeras instancias.
Por ejemplo, para estos casos en IVI Panamá disponemos del Test Genético Preimplantacional (PGT). Este procedimiento consiste en hacer una evaluación minuciosa tanto del hombre como de la mujer con la finalidad de detectar y prevenir la transmisión de ciertas enfermedades causadas por algunas alteraciones genéticas o cromosómicas en los embriones a la descendencia, antes de hacer la implantación. El objetivo en sí de esta técnica de fertilidad es lograr que los bebés nazcan libres de enfermedades hereditarias. Una vez más, es crucial el acompañamiento de los médicos para garantizar un embarazo sano en el que no se comprometa la salud de la futura madre ni de la vida que viene en camino.
¿Qué debo saber sobre la implantación del embrión en el útero?
A esta cuarta y última fase se le puede designar como la implantación del embrión en la cavidad uterina. A propósito, a la implantación embrionaria se le conoce como el proceso en el que el embrión se aloja, se adhiere y crece en el endometrio para empezar la gestación. Esto ocurre, por lo general, entre los 6 y 10 días de la fecundación. Vale mencionar que los síntomas que puede presentar una paciente durante dicha implantación son los siguientes: dolor leve similar al dolor menstrual. Molestias y sensibilidad en las mamas, así como la hinchazón de la areola y el pezón. También puede sentirse dolor en la zona lumbar o manifestar diarrea o estreñimiento, pero todo dependerá de las condiciones de la mujer.
Según las palabras del Dr. Saúl Barrera: “A pocos días de producirse la fecundación, el ovario secreta una glicoproteína llamada factor temprano del embarazo (EFP por sus siglas en inglés). Tiene la función de avisar al endometrio para que no rechace al embrión y se dé la implantación. Esta hormona juega un papel importante, ya que su presencia proporciona protección inmunológica al embrión, sin ésta, el sistema inmunológico materno lo consideraría como un elemento extraño e intentaría deshacerse de él. En estos días, el blastocisto pasa a denominarse embrión. A partir de este momento, se inicia el periodo de gastrulación, que comienza con la formación de la llamada línea primitiva y en el que se forman las tres capas germinales embrionarias –ectodermo, mesodermo y endodermo– que darán lugar a las diferentes partes del bebé”.
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