Por el Comité editorial de Panamá
Miomas uterinos: diagnóstico y tratamiento
Un mioma uterino es un tumor no canceroso común que se desarrolla dentro o alrededor del útero. Más de la mitad de estos tumores benignos son asintomáticos, si bien algunos pueden interferir en la fecundación por distintas causas. Los fibromas generalmente se desarrollan durante los años reproductivos de la mujer (entre los 16 y los 50 años aproximadamente) cuando los niveles de estrógeno están en su nivel más alto.
¿Qué es un mioma uterino?
Los miomas o leiomiomas son tumores benignos originados en las células del músculo liso, normalmente del aparato digestivo y el útero. Se desconoce por qué salen los miomas, aunque parece que se originan por las mismas características del tejido muscular de la matriz, capa encargada de las contracciones en el parto.
Las hormonas ováricas, estrógenos y progesterona, parecen también estar involucradas en el desarrollo de miomas. Otras hormonas relacionadas con el crecimiento del endometrio podrían, igualmente, actuar en sinergia con las hormonas del ciclo menstrual. Todas ellas desencadenarían una alteración que estimula el crecimiento desmesurado de un grupo de células precursoras de un mioma uterino.
El mioma uterino es infrecuente en mujeres menores de 20 años. Su prevalencia pasa a ser de alrededor de la mitad de las mujeres que tienen 50 años. En esta época vinculada con la menopausia es cuando la mujer presenta mayores desequilibrios hormonales y los miomas se reducen de tamaño. La explicación se debe al descenso de la producción de estrógenos por los óvulos, hormonas responsables de la estimulación de estos fibromas.
Síntomas del mioma uterino
Los fibromas uterinos suelen ser asintomáticos, por lo que muchas mujeres desconocen tenerlos. Por otra parte, se estima que ocasionan síntomas en una cuarta parte de las mujeres en edad fértil. Entre estos se encuentran:
- Menstruación abundante, de mayor duración y/o dolorosa.
- Sangrado intermenstrual.
- Dolor abdominal y/o lumbar.
- Necesidad urgente de orinar.
- Estreñimiento.
- Aumento del volumen abdominal.
- Dolor o malestar durante las relaciones sexuales.
¿Cómo afectan los miomas a la fertilidad?
Se distinguen diversos subtipos histológicos de mioma uterino, si bien de manera macroscópica no se observan diferencias entre ellos. Por esta razón se tiene en cuenta su localización, la cual permite establecer diversos tipos de miomas:
- Miomas submucosos: crecen en la capa interna o endometrio y pueden llegar a alcanzar un gran tamaño. Sin embargo, suelen ser sintomáticos en proporciones reducidas, produciendo sangrado abundante e irregular. Estos fibromas tienen más probabilidades de afectar la fertilidad por obstaculizar el embarazo o provocar abortos espontáneos. Por tanto, es recomendable su eliminación tan pronto como se diagnostican.
- Miomas intramurales: son los más comunes y se localizan predominantemente dentro del miometrio o capa muscular del útero. En función de su tamaño y posición pueden causar todos los síntomas habituales asociados a los fibromas uterinos. Se desconoce con exactitud cómo influyen en la fecundación, aunque se cree que su tamaño podría ser un factor negativo para ello.
- Miomas subserosos: se hallan en la parte más externa del útero, bajo la capa más superficial denominada peritoneo visceral o serosa. Al igual que los fibromas submucosos pueden llegar a tener un gran tamaño, pero su sintomatología suele ser leve.
En ciertos casos, los miomas subserosos o submucosos quedan adheridos al útero mediante un fino cordón de tejido o pedículo, de ahí que se les denomine miomas pediculados.
Esta clasificación no es rígida, ya que algunos miomas, especialmente los de mayor tamaño, pueden pertenecer a las tres categorías al mismo tiempo.
Mioma uterino y embarazo
No existe un gran consenso sobre cómo afectan los miomas en el embarazo. Esto se debe, principalmente, a la gran heterogeneidad clínica que suponen los distintos tipos de miomas. Además, es difícil establecer una causa-efecto, dado que existen mujeres con miomas uterinos que quedan embarazadas espontáneamente. En paralelo, la fertilidad de la mujer empieza a disminuir a los 35 años, momento en el que también se incrementa la miomatosis.
En cuestiones de embarazo, los miomas que afectan a la cavidad uterina son los que pueden impedir la implantación del embrión en las paredes del útero. Pueden incrementar, igualmente, el riesgo de aborto, así como problemas en el parto según el lugar donde se localice el mioma. Los miomas submucosos e intramurales se relación con este hecho, por lo que es recomendable su tratamiento antes de comenzar un tratamiento de fertilidad.
Además de la cavidad uterina, los miomas submucosos disminuyen las tasas de gestación en la fecundación in vitro por alteración de las siguientes estructuras:
- Flujo uterino y subendometrial
- Contractilidad uterina
- Desarrollo embrionario
- Efecto masa que obstruye o deforma los ostiums uterinos
Por el contrario, la disensión respecto a su tratamiento se centra en los miomas intramurales que no modifican la cavidad uterina. Estos sí podrían interferir la fertilidad por la alteración del flujo sanguíneo en el útero y la receptividad del endometrio.
Diagnóstico y tratamiento de los miomas
Tanto la ecografía transvaginal como la abdominal facilitan detectar y conocer la localización y tamaño de estos tumores benignos. Además, permite evaluar su vascularización, lo cual se asocia con su potencial de crecimiento. Por tanto, si se desea buscar el embarazo es conveniente tratar aquellos miomas que presentan una alta vascularización o capacidad de riego sanguíneo, de modo que no interfieran en la gestación.
Algunos miomas no precisan ningún tipo de tratamiento, pero los que causan síntomas pueden ser abordados por distintas vías:
- Medicación. Con ella se ayuda a reducir su tamaño y el dolor originado por los fibromas. Para disminuir el sangrado abundante y regular el ciclo menstrual es frecuente la prescripción de tratamientos hormonales, entre los que se encuentran los anticonceptivos.
- Cirugía mínimamente invasiva. Algunas de estas técnicas son la laparoscopia, histeroscopia, cirugía v-NOTES, ablación por radiofrecuencia y Embolización de Arterias Uterinas (EAU).
- Cirugía tradicional. Se recurre a la miomectomía abdominal (laparotomía) para miomas uterinos de gran tamaño, difícil acceso o gran proliferación. Por su parte, la histerectomía o extirpación del útero y los miomas es una opción siempre en caso de que no se desee ser madre y los miomas presenten un gran tamaño. Para la elección de esta técnica se precisa constatar la ineficacia de otros tratamientos prescritos con anterioridad.
Fuentes:
- García, E. et al. (2022) Los miomas uterinos, cómo afectan al embarazo, Natalben. Disponible en la web: https://www.natalben.com/el-embarazo-y-tus-dudas/miomas-uterinos-embarazo
- La Quita Martinez, MD (2024), Miomas uterinos, Medline Plus. Disponible en la web: https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/000914.htm
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