Por el Comité editorial de Panamá
Desde el momento que se logra un embarazo, la madre empieza un riguroso plan para proteger, tanto su salud, como la del bebé que está por nacer. Sin embargo, esta nueva forma de vida que apunta hacia el bienestar, se ve terminada por una serie de aspectos o rutinas que debe cumplir. Por ejemplo, los médicos especialistas hacen énfasis en la promoción de hábitos adecuados dentro del hogar como en la higiene y en la alimentación. Esto para evitar que se contraigan enfermedades como la toxoplasmosis.
Pero, ¿es cierto que esta patología se asocia con los gatos? ¿Se puede evitar la infección por toxoplasmosis antes de una gestación? Antes de profundizar en este tema, vale explicar en primera instancia, ¿qué es la toxoplasmosis? También se le conoce como toxoplasma gondii. Se trata entonces de un parásito protozoario (organismos microscópicos). Es oportuno reseñar que la infección se adquiere, principalmente, por la ingestión de carne o productos cárnicos crudos o poco cocidos que contengan quistes o taquizoítos.
Por otro lado, la Dra. Mayka Morgan, especialista en Reproducción Asistida de IVI Panamá afirma que “este tipo de parásitos viven en el agua, en la tierra o incluso en los vegetales contaminados y se convierten en la segunda fuente de infección. Mientras que el contacto con gatos domésticos se considera un factor de bajo riesgo. El periodo de incubación es variable, entre 5 y 23 días”. Incluso, se recomienda la desparasitación de estas mascotas cada tres meses si se trata de un felino adulto y una vez por mes si es un cachorro.
Toxoplasmosis en el embarazo: ¿una combinación de alto riesgo?
La infección por toxoplasma no suele ser de riesgo si la mujer contrae la enfermedad antes de empezar el periodo de gestación. Por el contrario, puede ser nociva si se contagia durante la maternidad. Y el riesgo de transmisión al bebé es más evidente a medida que avanza la gestación, pero la afección al niño también disminuye a medida que avanza la gestación. Para efectos, los médicos especialistas de IVI Panamá presentan un cuadro para que sea más fácil entender este proceso:
EDAD GESTACIONAL (SEMANAS) |
TRANSMISIÓN FETAL | AFECTACIÓN FETAL |
COMPLICACIONES FETALES |
< 14 | <10% | 60% | Las lesiones oculares e Intracraneales pueden ser graves. |
14-28 | 15-55% | 25% | Afecciones sobre todo oculares, en general no son graves.
|
>28 sem | 55-80% | 15% | Lesiones oculares
Excepcional afectación intracraneal |
Otra de las preguntas más frecuentes que surgen en torno a este escenario, es ¿por qué una madre debe preocuparse por la toxoplasmosis? En primer lugar, es importante saber que un gato es portador de este parásito cuando ingiere animales pequeños como lagartijas o carne cruda de res infectada. Después de esto, el parásito se transmite a las heces del animal y es allí donde puede ser un arma de doble filo para las personas.
Una persona queda expuesta al Toxoplasma Gondii cuando ingiere o tiene contacto accidentalmente con las heces del felino que ya venían contaminadas. Por ejemplo, cuando se llevan las manos a la cara o a la boca después de haber limpiado la caja de arena. Entonces, el parásito entra en el torrente sanguíneo al cabo de una semana y, si la mujer queda embarazada en ese periodo, puede transmitirle la enfermedad al bebé por la placenta.
¿Cuáles son los síntomas de la toxoplasmosis?
- En la mujer
Toxoplasmosis en pacientes con sistema inmune competente o sano:
– Fiebre.
– Dolor de cabeza,
– Dolor muscular o de garganta.
– Inflamación de los ganglios linfáticos de la cabeza y el cuello,
– Modificación de su tamaño o sensibilidad de la cabeza o el cuello al tacto y coriorretinitis.
Toxoplasmosis en pacientes inmunodeprimidos:
– Fiebre y dolor de cabeza.
– Visión borrosa.
– Inflamación en la retina.
– Convulsiones y psicosis.
– Problemas en el habla, motricidad o pensamiento.
- En el bebé:
La toxoplasmosis en el feto se denomina Toxoplasmosis congénita.
– Pérdida de la audición.
– Capacidad mental reducida.
– Problemas en la visión.
– Problemas en el desarrollo del cerebro, como aumento anormal de su tamaño.
– Pueden requerir cuidados especiales como consultas médicas oftalmológicas hasta educación especial.
– Inflamación de los ganglios linfáticos.
– Piel y ojos de color amarillento debido a la concentración de bilirrubina en la sangre.
– Anemia.
– Hepatitis.
– Lesiones en la piel.
– Hígado más grande (Hepatomegalia).
– Esplenomegalia (agrandamiento del bazo).
En cifras…
- Según el American Journal of Epidemiology, el 85% de las mujeres embarazadas en los Estados Unidos está en riesgo de padecer toxoplasmosis.
- Al 10% de las mujeres se les diagnostica la enfermedad de toxoplasmosis.
- El resto puede manifestarlo de forma asintomática. Por esta razón, es difícil detectarlo, aunque se recomienda una revisión médica temprana desde el momento que se toma la decisión de ser padres.
- Según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades la toxoplasmosis afecta entre 300 y 4.000 fetos por año en los Estados Unidos.
- Cerca del 50% de las infecciones por toxoplasmosis en los Estados Unidos se contraen por la comida cada año.
- La probabilidad del contagio al feto se incrementa en un 80% a las 40 semanas de gestación.
Si he tenido toxoplasmosis, ¿cuánto tiempo debería esperar antes de un embarazo?
De acuerdo a la Dra. Morgan, “es importante establecer que la infección por toxoplasma es habitualmente asintomática en el adulto inmunocompetente, por lo cual nos enteramos al realizarnos estudios de control médico. Pero de haber sido una paciente sintomática y tratada se recomienda esperar mínimo 6 meses para buscar embarazo. En la actualidad existen tratamientos efectivos para el manejo de la toxoplasmosis con buenos resultados”.
¿Se puede prevenir la toxoplasmosis antes del embarazo?
El equipo de especialistas de IVI Panamá recomienda estas medidas que pueden ayudarnos a prevenir la infección por toxoplasma:
– Usa guantes siempre que trabajes al aire libre (jardín o contacto con tierra) y luego lávate las manos minuciosamente con agua y jabón.
– No comas carne cruda o poco cocida. Evita comer carne cruda curada.
– Lava los utensilios de la cocina minuciosamente. Después de preparar carne cruda, lava las tablas de cortar, los cuchillos y otros utensilios con agua caliente y jabón para prevenir la contaminación cruzada con otros alimentos.
– Lavado de manos.
– Lava todas las frutas y los vegetales.
– No bebas leche sin pasteurizar. La leche y otros productos lácteos sin pasteurizar pueden tener parásitos que provocan toxoplasmosis.
– Tapa los areneros de los niños.
– Las personas que tienen gatos en su casa:
– Mantén a tu gato saludable y lejos de gatos callejeros.
– Mantén a tu gato adentro y aliméntalo con comida seca o enlatada; no le des carne cruda. Los gatos pueden infectarse después de comer una presa infectada o carne poco cocida que contenga el parásito.
– Si no es posible, usa guantes y una máscara para cambiar la arena de la caja higiénica de tu gato. Y continuación, lávate bien las manos. Cambia la arena de la caja higiénica a diario para que los quistes excretados no tengan tiempo de volverse infecciosos.
Cuida lo que comes: algunas recomendaciones
Vale citar que el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades determinó que la toxoplasmosis infecta entre 300 y 4.000 fetos por año en los Estados Unidos, por ejemplo. Tomando en consideración estas estadísticas, viene bien remarcar algunas recomendaciones a la hora de tener un plan alimenticio balanceado durante la fase de embarazo. Por tanto, la unidad de nutrición de IVI Panamá recalca lo siguiente:
– Las madres embarazadas deben evitar comer “por dos”.
– Las proteínas animales que se derivan de las carnes, los pescados y los huevos son indispensables para el desarrollo del embrión. Lo ideal es consumirlo bien cocido a una temperatura de 66°C o congelarlos para eliminar las bacterias.
– El pavo es una fuente de vitamina B que mejora el estado de ánimo durante el embarazo.
– Los frutos secos como las nueces, las avellanas y las almendras, por lo general se consumen en el mes de diciembre. Sin embargo, contienen Omega3 que funcionan como protectores frente a las enfermedades cardiovasculares.
– El cerdo, también un plato tradicional decembrino, es fuente de vitamina B.
– El pescado y los mariscos crudos pueden causar una infección en la mujer embarazada debido a una larva llamada anisakis, pero no afecta el feto.
– Los patés, embutidos y fiambres crudos tampoco deben incluirse en los planes nutricionales de las gestantes, y así evitar el riesgo de contagio de toxoplasmosis.
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