Por el Comité editorial de Panamá
Desde que Louise Brown, la primera «bebé probeta» del mundo, hiciera su famoso debut el 25 de julio de 1978, el nacimiento de bebés a través de los tratamientos de reproducción asistida con gametos donados, ha pasado de los noticieros a los acontecimientos cotidianos.
El uso de donante de esperma, óvulo, embrión, inclusive, en otros países, maternidad subrogada, se están convirtiendo en métodos cada vez más comunes para tener un hijo.
El número de personas que optan por los tratamientos de reproducción asistida con gametos donados para lograr su deseo de ser padres, crece cada vez más. Y es que, a través de la ciencia, muchos han logrado, la concepción y nacimiento de un hijo.
A medida que estos niños crecen, los padres a menudo se preguntan cómo hablarles, no solo sobre la ciencia que los ayudó, sino también sobre los problemas emocionales involucrados. Estos problemas emocionales cambian a medida que el niño crece.
Mi hijo nació gracias a la donación de gametos ¿Debo explicárselo?
A pesar del uso y aceptación cada vez mayor de los tratamientos de reproducción asistida utilizando gametos donados, a los padres les cuesta entablar una conversación sobre el tema y contarles a sus hijos sobre sus orígenes.
La reproducción asistida con gametos donados nació en secreto. En el siglo XIX, utilizando técnicas simples aprendidas de la cría de animales. Los médicos de pequeñas ciudades pudieron ayudar a sus pacientes varones a convertirse en padres mediante la inseminación artificial.
Nadie necesitaba saber que estaba involucrado un donante de esperma, razonaron los médicos, y se advirtió a los pacientes que nunca revelarían el secreto a nadie, por consiguiente, el niño, jamás conocería su origen.
Hoy en día, este pensamiento es distinto. Las investigaciones en este sentido concluyen que los secretos pueden tensar las relaciones familiares y causar daño psicológico a los niños.
Secreto versus revelación del origen a un hijo concebido mediante gametos donados
Cualquier sensación de negatividad o vergüenza disminuye, cuando se es abierto con los niños, sobre sus orígenes. Además, protege a los niños de descubrirlo accidentalmente más adelante en la vida.
Los niños informados acerca de su nacimiento, mantienen una actitud positiva y tiene un efecto positivo en las relaciones padre / hijo, reforzando y creando un lazo muy fuerte, incluso cuando carecen de un vínculo genético con uno o ambos.
Mientras que el secreto puede generar desconfianza, frustración u hostilidad hacia la familia. Un secreto para toda la vida es una gran carga. Los secretos también pueden socavar la confianza y la estabilidad en una familia.
“Es importante comprender que conservar un secreto dentro de una familia es una carga de peso para quienes lo mantienen, llegando a generar mucha ansiedad y preocupación por mantener el mismo y de alguna manera puede inclusive socavar las relaciones familiares por el sólo hecho de tener que “callar” aquello que nadie puede saber”, comenta la Licda. Ana Cristina Angelkos, Psicóloga en la Unidad de Apoyo Psicológico de IVI Panamá.
Al ser reservado, le indicas a tu hijo, que se te averguenzas por la manera en que él llegó a la familia. Hoy día, sabemos que las familias se crean de muchas maneras y ser abierto en este aspecto, ayudará a tu hijo a que se sienta más cómodo con la forma en que fueron concebidos.
Los secretos tienden a aparecer en los peores momentos, y un secreto al descubierto, es una situación sobre la que a menudo no se tiene el menor control.
Que tu hijo lo descubra bajo esas circunstancias puede imprimirle u tono gris y sombrío y deja una sensación de traición y engaño, incluso si esa nunca fue la intención. Es crucial que esta información provenga de los padres del niño. Descubrirlo de otra parte puede ser devastador.
Cabe destacar también que organizaciones como la Sociedad Americana de Medicina Reproductiva (ASRM) (Informe 2004) apoya la divulgación, y alienta a los padres a contarles a sus hijos sobre los métodos de concepción que utilizaron, ya sea donación de esperma u óvulo.
La edad ideal para contar a un niño el origen de su concepción gracias a la reproducción asistida con donación de gametos
Muchos padres carecen de confianza para contar la historia de su familia. En lugar de decidir no contarlo, simplemente se engañan a ellos mismos y lo posponen. Nunca es demasiado temprano o demasiado tarde para comenzar a explicar cómo tu familia se convirtió en una familia. Sin embargo, las investigaciones sugieren que cuanto antes comience a contarle a un hijo la historia de cómo fue concebido, más sencillo y libre de estrés será para ti y tu hijo.
Es útil verlo como una conversación continua en lugar de una conversación única. También hay muchas formas creativas de contar la historia de tu familia y dejar que evolucione a medida que tu hijo se desarrolla. Es importante encontrar tus propias palabras para explicar tu historia única.
Revelación del origen en la niñez a un hijo concebido mediante gametos donados
Si bien no puedes anticipar la reacción de tu hijo, en general, los niños más pequeños procesan esta información más fácilmente que los niños mayores.
Sin duda el mejor momento para contar el origen a tu hijo, que nació gracias a un tratamiento de reproducción asistida con donación de gametos, es en la niñez. A partir de los tres hasta los ocho años, es el rango catalogado como el ideal. Esto debido a que es un momento donde el niño inicia a construir su identidad. A partir de los tres años, el niño se torna muy curioso acerca de la familia, empieza a identificar quienes son papa y mamá.
Otro rango de edad recomendado es entre los ocho a diez años. La capacidad de comprensión y discernimiento del niño a esta edad es mayor, y puede decidir si quiere hablar sobre este hecho más allá del núcleo familiar.
La adolescencia es la peor etapa para la revelación del origen a un hijo concebido mediante gametos donados
Literalmente, la peor etapa para la revelación de su origen a tu hijo, es la adolescencia. Es una edad en la que la identidad puede sufrir una crisis y sentirse vulnerada, para muchas personas concebidas a través de la donación de gametos. Conocer sus orígenes es una parte importante para comprender quiénes son y de dónde provienen.
Recibir una noticia de esta envergadura en las etapas adolescente o adulta, es como destrozar en pedazos la identidad que desde su niñez construyeron y posiblemente reaccionarán enojados y agresivos al sentirse inmersos en una confusión.
Un estudio presentado en el 2008, en el Congreso Europeo de Reproducción Humana (ESRHE), reveló que aquellos niños que fueron concebidos mediante reproducción asistida con gametos donados, y que les fue revelado, después de la mayoría de edad, son precisamente los que se refieren al donante, como su padre biológico. También, confirman haberlo sospechado o intuirlo de algún modo, aunque nadie se los hubiera contado antes y reportaron sentimientos negativos y confusos hacia sus padres.
La seguridad es clave para la revelación del origen de un hijo que nació mediante reproducción asistida con donación de gametos
La decisión de revelar a tu hijo sus orígenes, empieza desde antes de ser concebidos. Es más, está vinculada a la seguridad que tengan los pacientes al tomar la decisión de someterse a un tratamiento de reproducción asistida.
Esa seguridad será la facilitadora de propiciar la revelación, de platicarle que mamá y papá tuvieron una ayuda extra. Hará más fácil transmitirle con tus palabras lo orgullosos que están de haber tomado esa decisión y la alegría inigualable que el resultado de esa decisión haya sido un hijo, tu hijo.
Si estás pasando por un problema de fertilidad y estas evaluando los tratamientos de reproducción asistida, no te quedes con ninguna duda. Si te sientes insegura de tomar una decisión, tenemos la Unidad de Apoyo Psicológico a tu disposición, para trabajar en todas esas dudas antes de seguir adelante con el tratamiento.
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