Por el Comité editorial de Panamá
La hiperprolactinemia es un trastorno hormonal que consiste en un exceso de prolactina en sangre. Secretada por la hipófisis, esta hormona está presente en numerosas funciones biológicas pertenecientes al sistema reproductivo, el metabolismo y la maternidad. Analizamos la hiperprolactinemia y sus síntomas, además de sus implicaciones en la fertilidad.
Funciones de la prolactina
La hipófisis o pituitaria es la principal glándula del sistema endocrino. Se encuentra en la base del cerebro y su misión es producir hormonas que regulan y estimulan otras glándulas endocrinas. Entre las hormonas segregadas por esta glándula está la prolactina, de gran relevancia en la salud reproductiva de la mujer. Los valores de prolactina se incrementan durante la gestación y la lactancia, dada su implicación en la producción de leche materna.
La prolactina no es una hormona exclusivamente femenina. Esta también se encuentra en los hombres, si bien en menor proporción. En efecto, en los varones se relaciona con las células de Leydig cuya función es producir testosterona y participar en su síntesis.
Cuando la prolactina tiene valores superiores a lo normal se denomina hiperprolactinemia. Esta afección tiene mayor prevalencia en la mujer, aunque en ambos sexos causa:
- Infertilidad
- Disminución del deseo sexual
- Osteoporosis
La hiperprolactinemia sin embarazo tiene un importante efecto negativo en la fertilidad femenina. No obstante, conviene distinguir entre la subida del nivel de esta hormona en sangre por procesos fisiológicos naturales de lo que es el trastorno en sí.
En la mujer, por ejemplo, existe un aumento de prolactina en situaciones pasajeras como el sueño, el ejercicio y el orgasmo. Tras la lactancia los niveles vuelven a su estado normal, lo que hace que hace que el ciclo menstrual se reanude.
Causas de la hiperprolactinemia
Desde un punto de vista patológico, esta afección tiene diversas causas. En función de estas y su gravedad, el tratamiento de la hiperprolactinemia será distinto.
- Prolactinoma: adenoma hipofisario o tumor benigno en la glándula pituitaria considerada la principal causa de la hiperprolactinemia. El crecimiento no canceroso aumenta los valores de prolactina.
- Cáncer y tumores de hipófisis: no muchos tumores de hipófisis son malignos, pero pueden estimular una mayor cantidad de prolactina igualmente.
- Insuficiencia renal crónica: las patologías renales pueden provocar desajustes de la prolactina. Además, el riñón no es capaz de eliminar propiamente la hormona del organismo.
- Fármacos: los antipsicóticos, antidepresivos, ansiolíticos y opiáceos pueden causar hiperprolactinemia iatrogénica. Además, medicamentos para la hipertensión, los anticonceptivos y la metoclopramida para el reflujo gastroesofágico también pueden elevar la prolactina.
- Hipotiroidismo: las hormonas tiroideas y la prolactina están vinculadas en la función reguladora del sistema endocrino.
- Síndrome de ovarios poliquísticos: se explica por el incremento en la producción de estrógenos.
- Hiperandrogenismo
- Anorexia nerviosa
- Estrés y ansiedad
- Esclerosis múltiple
- Cirrosis
Hiperprolactinemia: síntomas y signos
Como vimos anteriormente, esta irregularidad hormonal afecta a la fertilidad, disminución de la densidad ósea y de la libido de hombres y mujeres. Sin embargo, no todas las personas tienen que presentar síntomas ni estos ser iguales entre sí. El tratamiento para la hiperprolactinemia, pues, varía en función de su origen, distintas manifestaciones y gravedad.
Síntomas en mujeres:
En las mujeres, la hiperprolactinemia tiene las siguientes consecuencias:
- Amenorrea o ausencia de menstruación.
- Ciclo menstrual irregular
- Anovulación o falta de ovulación
- Baja calidad del moco cervical, lo que dificulta el transporte de los espermatozoides hacia el óvulo.
- Sequedad vaginal, lo que ocasiona relaciones sexuales dolorosas.
- Galactorrea o secreción de leche por el pezón sin gestación ni crianza.
Síntomas en hombres
En los hombres, la prolactina alta se relaciona con:
- Disfunción eréctil
- Hipogonadismo, por el que los testículos producen bajos niveles de testosterona.
- Ginecomastia o desarrollo anormal del tejido mamario.
- Disminución de vello corporal y de masa muscular
- Galactorrea
- Acné
- Sobrepeso
En cuanto a la relación entre hiperprolactinemia e hipotiroidismo, el trastorno tiroideo también puede explicarse por la elevada presencia de prolactina.
Diagnóstico y tratamiento
La prueba que determina el exceso de prolactina es el análisis de sangre. Determinar la causa de hiperprolactinemia debe hacerse, en primera estancia, por descarte de otras situaciones médicas que pueden ocasionarla. Entre estas están el embarazo, el consumo de medicamentos, el hipotiroidismo y el síndrome del ovario poliquístico. Desechadas todas estas causas, deberá realizarse una resonancia magnética o tomografía axial computarizada para la posible detección de un adenoma hipofisario.
Una vez determinado su origen se deben normalizar los niveles de prolactina con medicación o, en su caso, cirugía para algunos tipos de tumores. En cuanto al hipogonadismo y otros trastornos tiroideos derivados, el endocrino puede prescribir un tratamiento sustitutivo con hormonas sintéticas. Para la infertilidad en mujeres, se prescriben agonistas dopaminérgicos capaces de restituir el ciclo menstrual.
Hiperprolactinemia y infertilidad
¿Es posible quedarse embarazada con hiperprolactinemia? Afortunadamente, buscar el embarazo con la prolactina alta sí es posible.
En casos leves, una mayor presencia de esta hormona puede retrasar la ovulación o interrumpirla de vez en cuando. Esto da paso a una ovulación de carácter intermitente, lo que explica reglas poco frecuentes o irregulares.
Igualmente, en casos poco graves las mujeres pueden ovular regularmente, pero no generan suficiente progesterona tras la ovulación. Esta hormona se encarga de engrosar las paredes uterinas tras la ovulación en la fase lútea; cuando esta no se produce, se produce la insuficiencia de la fase lútea, la cual dificulta la implantación del embrión en el revestimiento uterino. Quienes la padecen pueden tener el período menstrual después de la ovulación de forma adelantada.
A pesar de que todas estas situaciones complican la concepción, la hiperprolactinemia tiene un tratamiento sencillo. Cuando este es adecuado y consigue restituir los valores normales, se resuelven los problemas de infertilidad en la mayoría de los casos. Paralelamente, al regular la prolactina también se recuperan los niveles de las hormonas FSH y LH. De esta forma, se restaura la función ovárica y, por ende, la capacidad reproductiva de la mujer.
Algo más difícil resulta el tratamiento personalizado y específico cuando se desconoce a qué se debe la hiperprolactinemia. Si la medicación no diera los resultados esperados, las técnicas de reproducción asistida ofrecen soluciones avanzadas que logran la gestación. Con la fertilización in vitro (FIV), por ejemplo, se extraen los óvulos de los ovarios para su fertilización e implantación en el útero. De esta manera se logra que las alteraciones del ciclo menstrual y la anovulación no interfieran en la concepción.
Fuentes:
- Endocrine Society (2017), “Hiperprolactinemia” en Endocrine Society. Disponible en la web: https://www.endocrine.org/patient-engagement/multilingual-resource-library/hiperprolactinemia
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