Por el Comité editorial de Panamá
Las complicaciones obstétricas en el embarazo tienen un porcentaje de incidencia elevado; claramente es un tema con mucha tela que cortar. Sin embargo, este artículo tiene como premisa realizar un enfoque más profundo: tener mayor conocimiento sobre las malformaciones en el útero o en el tracto genital femenino. Según el estudio denominado “Prevalencia y diagnóstico de anomalías uterinas congénitas en mujeres con insuficiencia reproductiva”, el 16% de la población femenina tiene abortos recurrentes en distintas etapas de la gestación como consecuencia de estas anomalías. Pero, ¿cuál es el pronóstico reproductivo en estos casos?
Las cifras, aunque no son alarmantes, requieren de una supervisión constante por parte de los especialistas en fertilidad. Por ejemplo, el estudio citado anteriormente, también sugiere que la prevalencia de las malformaciones en el útero se ubica en el 6,7% de la población en general. A su vez, tales malformaciones aumentan en la población infértil en un 7,3%. Por lo tanto, es importante explicar que uno de los tipos de anomalías uterinas más comunes, además de la cervicitis (cuello del útero inflamado), es el útero bicorne. A continuación, te compartimos en qué consiste, por qué se produce y si afecta o no la fertilidad en la mujer, una de las preguntas más inquietantes.
¿A qué se le conoce como útero bicorne?
El proceso empieza durante el desarrollo embrionario de una niña y la formación del aparato urogenital femenino: primero se van formando los órganos genitales internos. Luego la vagina, el útero, las trompas de Falopio y finalmente los ovarios. Más adelante, en el segundo mes de gestación, aparecen los conductos de Müller que se caracterizan por ser dos estructuras tubulares que van hacia el centro del embrión y se fusionan con los genitales internos. Entonces, si esta fase presenta una formación anómala o bien no se produce correctamente la fusión de los tubos mesonéfricos se originan las alteraciones.
Por ende, la alteración como tal en el útero bicorne se produce por una hendidura en el centro de la cavidad uterina. En palabras más concretas, el útero a simple vista tiene una forma normal en la parte inferior. No obstante, la parte superior del útero se divide lo que supone una malformación mülleriana. Es decir, cuando esa hendidura se conecta con la zona inferior del útero se le conoce como un útero bicorne completo.
Las causas que producen el útero bicorne no son precisas pero los expertos en materia de reproducción y fertilidad sostienen que su origen se debe a factores genéticos. Pero en este vaivén los científicos coinciden que se debe a un patrón poligénico de herencia. A esto se le añaden posibles efectos ambientales como, por ejemplo, la exposición a las radiaciones ionizantes durante el desarrollo embrionario, a las infecciones intrauterinas o a los tóxicos de efecto teratogénico, como el dietilbestrol (DES).
Entonces, es común que las pacientes que presentan malformación mülleriana tengan también problemas de fertilidad a causa de la hipovascularización del septo, de la disminución de la cavidad uterina y del aumento de su irritabilidad. En tanto, la fisiopatología de los trastornos de reproducción en estos casos también conlleva en los siguientes aspectos:
- Defectos en la vascularización del tabique, lo que dificulta una correcta implantación del cigoto
- Constricción de la zona uterina que entorpecería un desarrollo normal del embarazo
- Incompetencia cervicoístmica que obstaculizaría una correcta gestación
- Mayor decidualización endometrial
- Pérdida de la masa muscular miometrial
¿Cómo se diagnostica el útero bicorne?
Por lo general, este tipo de malformaciones uterinas se diagnostican mediante una ecografía. A su vez, también se recomiendan otras series de pruebas para complementar los resultados:
- Resonancia magnética pélvica: es una técnica que consiste en recopilar la mayor cantidad de imágenes con el objetivo de poder clasificar las malformaciones uterinas.
- Laparoscopia: se trata de una prueba que requiere anestesia general y la introducción de una cámara en la zona abdominal. Este procedimiento ofrece imágenes del útero que permiten visualizar si la hendidura en la parte superior corresponde con la que está en el interior del útero.
Al hablar de los procedimientos o tratamientos para esta condición, la Dra. Mayka Morgan sostiene: “El procedimiento quirúrgico indicado en la paciente con útero bicorne se llama metroplastia o cirugía uterina que consiste en la corrección quirúrgica de las paredes del útero en aquellos casos en que la cavidad uterina no es anatómicamente normal, lo que dificulta e impide en muchos casos la implantación del embrión, necesaria para conseguir un embarazo. Para efectos, se lleva a cabo mediante una histeroscopia, introduciendo una óptica a través del cuello del útero. Generalmente se realiza de forma ambulatoria bajo anestesia y tiene un índice de complicaciones muy bajo”.
Por otro lado, vale aclarar que un embarazo con esta patología puede ser complejo, pero no es difícil de lograr. Sin embargo, resulta importante tener en consideración lo siguiente, de acuerdo a los especialistas de IVI:
Pérdidas gestacionales (abortos): diversos estudios sugieren que sí que existe asociación entre el aborto espontáneo en las primeras semanas de gestación y el útero bicorne. La tasa de aborto espontaneo en estas pacientes es de un 28 a 35%.
Embarazo: además del riesgo de aborto, los embarazos de estas pacientes suelen transcurrir sin problemas hasta el tercer trimestre, momento en el que en el cual el espacio se hace reducido para él bebe. Esto implica un aumento del riesgo de parto prematuro. La tasa de nacimientos prematuros en un rango de 14 a 23%.
Labor de parto: la presencia de anomalías en el útero condiciona en muchos casos que el bebé adopte posiciones que impidan un trabajo de parto normal (presentación de nalga o situación transversa), por lo que provocaría que la finalización del embarazo sea a través de una cesárea.
Útero bicorne: ¿Tiene un impacto en la fertilidad y en el embarazo?
Este tipo de dolencia del útero bicorne no siempre causa riesgos graves en las mujeres, pero sí dificultades que deben ser tratadas por un especialista. En otros casos la paciente puede no presentar síntomas, ser fértil y lograr la gestación.
En cambio, las pacientes que sí tienen la patología del útero bicorne y quedan embarazadas pueden padecer graves consecuencias. Esto se debe a que el bicorne no es lo suficientemente elástico y tampoco se expande conforme avanza el embarazo, lo que se traduce en un aborto espontáneo (con una tasa entre un 28% y un 35% de incidencia) o los nacimientos prematuros (con una tasa del 14% al 23%).
La razón principal es que el feto no se desarrolla en un entorno adecuado lo que impide su correcto crecimiento. Una de las prácticas más comunes para atender estos problemas es recurrir a una cesárea, por ejemplo. Sin embargo, el porcentaje de supervivencia fetal se ubica en un 60%.
Entonces, una mujer con útero bicorne…
¿Tiene más complicaciones para lograr un embarazo? De acuerdo a los especialistas de la clínica IVI Panamá, en general, las mujeres con útero bicorne no tienen más dificultades para lograr un embarazo que una mujer con un útero sin anomalías. Los problemas más importantes de las mujeres con útero bicorne están relacionados con el embarazo por dos motivos distintos:
- Puede ser causa de infertilidad, aunque no siempre se presenta. Dado que normalmente el útero bicorne no suele provocar síntomas o complicaciones, salvo la intensificación de los dolores o molestias menstruales, solamente es necesario poner en marcha un tratamiento específico cuando se descubre que esta anomalía puede ser causa de infertilidad.
- De producirse el embarazo, este es de riesgo. Las mujeres con útero bicorne embarazadas precisan de un control gestacional más exhaustivo, al ser considerado un embarazo de riesgo. Es frecuente que se recomiende reposo, especialmente en el tercer trimestre.
¿Qué debe tener en cuenta una mujer con útero bicorne a la hora de quedar embarazada?
El útero bicorne es una anomalía que se manifiesta con una bifurcación de la parte superior del útero, que tiene la forma de un corazón. Se produce debido a un error en el desarrollo embrionario y, por lo tanto, tiene origen genético. Es importante conocer que la prevalencia de las malformaciones uterinas está en torno al 3% de la población femenina con trastorno reproductivo y en alrededor del 1% de la población femenina en general. Motivo por lo cual se requiere un diagnóstico temprano para un manejo correcto.
Consultar con un especialista cuando comience la búsqueda de embarazo es recomendable. Por lo general el útero bicorne no suele causar síntomas o complicaciones, salvo los dolores o molestias menstruales que se van intensificando. Será necesario poner en marcha un tratamiento específico, únicamente cuando se descubre que esta anomalía puede ser causa de infertilidad.
En estos casos se puede valorar la realización de una intervención quirúrgica llamada histeroscopía con el objetivo de corregir el defecto del útero.
En cambio, las mujeres embarazadas con útero bicorne necesitan un control más minucioso, como ya hemos mencionado, ya que se considera un embarazo de riesgo. “Dado que pueden presentar mayor riesgo de aborto, amenaza de parto prematuro y mayor incidencia en la realización de cesárea, se recomienda en las pacientes con esta anomalía uterina limitar su actividad física principalmente en el tercer trimestre”concluye la Dra. Morgan.
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