Por el Comité editorial de Panamá
El embarazo, por sí mismo, supone una gran aventura para cualquier mujer, para toda pareja en busca de familia. Es una travesía que conlleva una serie de emociones y también de malestares, pero algunas veces acarrea además, algunos obstáculos. Si esto es así en un embarazo único, con el embarazo múltiple, esos obstáculos y sus efectos, podrían verse aumentados.
Un estudio reciente del IVI arroja que el 63% de las parejas que se someten a un tratamiento de reproducción asistida, prefieren transferirse más de un embrión en el tratamiento. Las razones principales que dan, es que no desean volver a repetir el procedimiento FIV y también porque les hace mucha ilusión tener mellizos.
Es importante que las parejas recuerden que hay algunos problemas asociados a la gestación de gemelos, como pueden ser parto prematuro, hipertensión arterial, anemia, bajo peso al nacer y también una mayor probabilidad de diabetes gestacional.
Por esta razón, la mujer que lleva un embarazo gemelar deberá someterse a visitas más frecuentes al ginecólogo durante su gestación, para tener un control más estricto del estado de los bebés.
Los tratamientos de reproducción asistida buscan cada día más, hacer la experiencia del tratamiento de fertilidad lo más cercana posible a la concepción natural, logrando a través de los avances científicos, hacerla cada día más precisa. En muchos casos, el especialista optará por realizar la transferencia de un solo embrión, siempre y cuando esta opción resulte factible. Esta factibilidad se da gracias a la mejora de las técnicas de selección del mejor embrión a transferir a la madre, como por ejemplo la observación del mismo a través del Embryoscope, durante su período de incubación en el laboratorio FIV, o con la técnica de Diagnóstico Genético Preimplantacional (DGP) que permite analizar cromosómicamente el embrión antes de transferirlo al útero materno, y determinar que es completamente sano, lo cual aumenta las posibilidades de embarazo.
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